Con solo 22 estrellas, incluido el Sol, Paula Jofré logró descubrir cómo las estrellas se relacionan entre si. A través de los elementos químicos que ellas poseen pudo crear un “árbol genealógico estelar” para mostrar como están conectadas. Estos compuestos actúan como una secuencia de ADN para formar las ramas de un árbol evolutivo cósmico y así poder empezar a descubrir la historia del cómo se formó la vía láctea.