Sonia desde muy pequeña tenia curiosidad por el mar y sus especies, sus motivaciones sumado al apoyo de sus padres la llevaron a estudiar e investigar todo lo relacionado con los sonidos de delfines y ballenas.

Hoy trabaja para la fundación MERI analizando su acústica, generando valiosa información y así compartir sus estudios con las personas e instituciones para mejorar y cuidar su entorno.

 

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